sábado, 18 de junio de 2016

Rival, mas no enemiga

Te convertiste en mi rival, mas no en mi enemiga. Porque el amor me abandonó cuando tú apareciste. Y ya conocía la soledad, pero nunca había sido tan triste.
Reconozco que, a veces, he soñado, sin dormir, con un encuentro entre tú y yo. He planeado mil conversaciones civilizadas en las que aclarábamos muchas cosas las dos. Así, quizá, podrías contarme tu versión. Admito, sin embargo, que tal vez no tenemos nada que decirnos...
No viniste a hacer nada bueno en mi vida, y te convertiste en mi rival, mas no soy tu enemiga.

-Antonia Alemán, 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario