miércoles, 8 de junio de 2016

Cuando yo muera...

 
Cuando yo muera, no quiero algo así. No quiero misas en mi nombre, no quiero oraciones por mi alma. Creo en Dios, pero las palabras del cura me parecen deprimentes. No, no quiero que hagan algo así por mí. Si cuando yo muera, alguien llora mi pérdida, por favor, que se tome un cubata en mi nombre. Sé que si alguien lamenta mi ausencia, las lágrimas no serán una decisión sino una reacción. No digo que hagan una fiesta, que tampoco pasa nada si la hacen. Pero preferiría que, en lugar de decirme adiós en una iglesia a la que poco voy mientras habla un cura que nada me conoce, me dijeran un adiós con un brindis y, si no es mucho pedir, una sonrisa. Despídanme en la calle, en la montaña, en la playa... ¡o en el "norte"! Pero no hagan una misa por mí, por muy típico que sea, a menos que de verdad les ayude en algo. Porque si al morir aún puedo verlos, lo menos que me apetecerá será ir a misa, lo siento.


Antonia Alemán (25-02-2016)

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho pero no he entendido lo de en el "norte"

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    1. ¡Gracias!
      Lo del "norte" es porque me gusta ir a los lugares de cumbre de donde vivo; es algo que probablemente entiendan mejor los que me conocen... ☺

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